Signos como exceso de piel en el párpado superior o bolsas grasas y ojeras en el inferior producen un aspecto de cansancio o envejecimiento. Los ojos hundidos por pérdida de grasa también pueden crear un aspecto enfermizo. Con la blefaroplastia corregimos esos defectos consiguiendo una mirada más joven y descansada sin modificar la expresión característica de cada persona.
Es una cirugía que está indicada con mayor frecuencia en personas de mediana edad pero también hay pacientes jóvenes que se benefician de ella.
¿EN QUÉ CONSISTE LA INTERVENCIÓN?
La cirugía consiste en la extirpación de piel y grasa sobrantes o en distribuir o añadir grasa del propio paciente (lipotransferencia) en lugares específicos para rejuvenecer el ojo hundido. Se asocia frecuentemente un retensado de la porción lateral del ojo.
Realizamos las incisiones siguiendo las líneas naturales del ojo en el párpado superior y por debajo de las pestañas o por la cara interna del párpado (blefaroplastia transconjuntival) en el inferior.
En el caso de precisar únicamente extirpación de piel, se realiza con anestesia local. Si se precisan más procedimientos la anestesia será local con sedación o general. Suele ser una cirugía ambulatoria que no precisa ingreso.
RECUPERACIÓN Y POSTOPERATORIO