Nariz (Rinoplastia)

Existen multitud de formas de nariz; unas se tienen desde el nacimiento y otras son consecuencia de traumatismos o cirugías previas. Por lo general, una nariz que llama la atención es aquella que no es armónica con el resto de los rasgos faciales.

Con la rinoplastia podemos modificar el tamaño y la forma de la nariz, así como mejorar su función en el caso de que existan problemas respiratorios.

¿EN QUÉ CONSISTE LA INTERVENCIÓN?

Se trata de una cirugía con anestesia general y que es totalmente individualizada a cada paciente. No existe un tipo de rinoplastia universal. La valoración prequirúrgica es muy importante ya que los cambios que podemos realizar han de estar adaptados a la estructura nasal individual y a mantener una adecuada función nasal.

Hay pacientes que solo precisan una disminución del dorso nasal prominente (conocido como giba o caballete), otros un remodelado de la punta nasal y otros por ejemplo una cirugía del septo por problemas respiratorios asociado a otros defectos estéticos.

Hay dos tipos posibles de rinoplastia: cerrada o abierta.

En la rinoplastia cerrada haremos una incisión dentro de la nariz, por lo que permanece oculta. La realizaremos en casos de menor dificultad que no precisan grandes modificaciones.

Realizaremos una rinoplastia abierta en casos más complejos, cuando precisemos hacer cambios más detallados para los que necesitamos tener visión directa a todas las estructuras nasales. Para ello la incisión es externa, a nivel de la columela, pero prácticamente inaparente.

El tiempo de cirugía es muy variable según el tipo de nariz y/o alteraciones funcionales asociadas. Al finalizar colocaremos una pequeña férula en la región nasal que mantendremos durante una semana y en ocasiones un taponamiento dentro de la nariz que retiraremos a las 24-48 horas

RECUPERACIÓN Y POSTOPERATORIO

Se trata de un postopeatorio bastante bien tolerado. Las molestias se controlan con analgésicos habituales.

Las primeras semanas la nariz se verá más hinchada y puedes tener moratones que irán remitiendo. Podrás llevar una vida normal transcurridos aproximadamente 10 días evitando realizar ejercicio físico. Los resultados son progresivos, hasta al cabo de unos meses no observarás el resultado definitivo.